Alcanzar una óptima dimensión empresarial

Esta afirmación constituye una preocupación del sector cooperativo agroalimentario que ve en los procesos de concentración empresarial la mejor forma de afrontar los retos de la globalización y a la vez de superar muchas limitaciones estructurales y económicas que tienen las sociedades cooperativas para su expansión y crecimiento sin tener que abandonar dicho modelo empresarial.

La mejora de la estructura empresarial

Aunque los agricultores en muchos casos no sean conscientes, y también los Consejos Rectores de las Cooperativas de base; nos encontramos ante un nuevo escenario: la Globalización y la Liberación de los mercados, que requieren de una Agricultura más Competitiva.

Debemos reconocer y resaltar la necesaria mayor integración de los agricultores en el sistema agroalimentario a través de un Asociacionismo Fuerte que controle no solo La Producción, sino también la Transformación y la Comercialización.

El primer reto al que se enfrenta la industria agroalimentaria, es la mejora de la estructura empresarial. El sector sigue estando muy “atomizado” y es necesario mejorar la estructura, potenciando la competitividad en los Grupos Empresariales.

Otro reto que tiene la industria agroalimentaria,

es potenciar las exportaciones en nuevos mercados.

En Andalucía ya se está experimentando un tímido proceso de concentración, reflejado en la reducción del número total de empresas y en el aumento paulatino del número de las de mayor tamaño. Estos procesos de concentración se han visto impulsados por la necesidad de ampliar presencia en los mercados exteriores, vía exportaciones e inversiones directas, lo que ha incrementado el interés por apostar por los procesos de internacionalización y, con ello, mejorar la estrategia de las empresas y la gestión de sus recursos

¿Y cuáles son las ventajas de la integración?

  • La integración de cooperativas en entes mayores provoca que éstas puedan permitirse estar lideradas por personas capacitadas y cualificadas, con conocimientos del sector, innovadoras y con un perfil eminentemente creador. Además aun cuando en cada sociedad cooperativa se mantengan a sus propios directivos, estos podrán ser informados, formados y concienciados de las necesidades actuales de las sociedades cooperativas y de la mejor forma para realizar una gestión adecuada.
  • La pertenencia a entes de mayor dimensión motiva una mejora en la gestión contable, por utilización de procesos informáticos y sistemas de liquidación comunes, suponiendo una mayor profesionalización en la gestión.
  • A mayor tamaño empresarial se produce una reducción de los costes, nos solo en los costes fijos, sino que los costes variables también se reducen, derivándose de unas mejores condiciones de aprovisionamiento.
  • Acceso a asesores externos que apoyen la gestión interna, a servicios externos tales como la investigación de mercados, asesoramiento sobre controles de calidad, jurídico, fiscal, etc., que pueden contribuir a una gestión más eficiente de la empresa.
  • Se ha de primar en estas nuevas organizaciones de mayor tamaño, que se produzca un flujo de información dese cada entidad hacia los socios cooperativos, para evitar que el socio se sienta desvinculado de la misma. Transmitir información sobre la marcha de la empresa, las ventas, las operaciones que se van a realizar, precios a establecer, mercados en los que se piensa introducir, etc.
  • Se incrementan los flujos de información del socio hacia la empresa. El papel del socio cobra mayor valor como elemento clave y principal del ser cooperativo, la empresa debe estar más preocupada por conocer a sus socios y sus inquietudes.
  • Incremento de los flujos de información del entorno hacia la empresa. Con mayor dimensión las empresas poseen una mejor estructura y unos mecanismos más adecuados que le permiten acceder a toda la información que se genera en el entorno: competidores, proveedores, oportunidades en nuevos mercados, tendencias en el consumo, normativa del sector, etc.
  • Incremento de los flujos de información desde la empresa hacia el exterior. En la medida en que una empresa tenga mayor tamaño tendrá mayores medios, y por tanto,  poseerá mayor poder de mercado.

Y que otra de las ventajas de la integración, es el darse a conocer;  un proceso de integración genera campañas de información dirigidas hacia el consumidor para transmitir confianza y seguridad hacia la nueva empresa y sobre sus productos de consumo.

  • Para cualquier empresa es incuestionable la necesidad de adaptación al consumidor. Para adaptar las producciones al mercado y hacerlo competitivamente es preciso investigar, experimentar y disponer de esos resultados, cosa que solo una gran organización de cooperativas podrá realizar.

Pero no sólo es necesario que las estructuras cooperativas mejoren su eficiencia, también es necesario que  los agricultores cambien su rol y se adapten al mercado, tal y como pudiera hacerlo una empresa de otro sector, y esto se consigue adaptando:

  • El tipo de cultivo o variedad
  • La forma de cultivo (ecológico, tradicional, intensivo o extensivo)
  • La forma de gestionar sus cultivos dese el punto de vista técnico: utilización de maquinaria eficiente, maquinaria inteligente, riesgos inteligentes, etc.
  • La utilización de mano de obra especializada.

 

Decía un buen amigo,  Andrés Montero García; funcionario jubilado del Ministerio de Agricultura,  en una de sus ponencias; que el problema para los procesos integradores son las actitudes y aptitudes de las personas. Porque las personas tienen que saber, poder y querer. Que son las conductas de las personas las que llevan al éxito de las empresas, y que cualquier proceso integrador requiere de una ilusión colectiva.

 

Y en ello estamos, en la generación de dicha ilusión colectiva…..