Casi sin darnos cuenta estamos en la recta final de todo un año de trabajo, de puesta a punto de la fábrica, de continuas idas y venidas a ferias nacionales e internacionales, de reuniones con clientes y proveedores, de presentaciones, y de todo lo que nos ha hecho posible acercarnos más a vosotros, a la gente y al mundo.
Podemos hacer balance del 2015, y sería un balance positivo, aunque no por ello debamos reducir los esfuerzos y el trabajo para el próximo año, el cual deberá ser más intenso si cabe. Pues todo lo que este año hemos avanzado, lo debemos afianzar en el próximo año y siguientes.
El 2015, lo recordaremos como un año de transformaciones e innovaciones en Manzanilla Olive; pues renovamos nuestra imagen corporativa, aumentó nuestra presencia en las redes sociales y mostramos la nueva web, obtuvimos las certificaciones internacionales en Calidad y Seguridad Alimentaria, se creó una filial en Estados Unidos, se iniciaron las exportaciones a este país, se creó una nueva unidad de negocio con el aceite de oliva virgen, etc.
Todo ello en tan sólo un año, un intenso año para Manzanilla Olive. Pero ahí no acabamos, pues pretendemos continuar en la misma senda de trabajo, esfuerzo y compromiso con nuestros socios agricultores, pues ahora sabemos que somos capaces de cumplir la promesa que un su día le ofrecimos, liderar la transformación en el sector del olivar andaluz.
Esperamos poder seguir con el impulso y el vigor que nos da la confianza que en nosotros han depositado nuestros socios agricultores, nuestras cooperativas de base, nuestros clientes, nuestros trabajadores y todos aquellos que ya nos conocen, que ya pronuncian nuestro nombre y lo asocian a Sevilla, a nuestra tierra, a nuestros agricultores, a nuestros olivos y a nuestros productos, la aceituna de mesa y el aceite de oliva de Manzanilla Olive.